Ya desde 1980, Paul Davies conjeturaba en su libro de divulgación Otros Mundos, cómo sería el contacto con seres ajenos a nuestra "realidad":
Es posible que las comunidades avanzadas de otras partes del Universo hayan abandonado hace mucho las nociones de que el tiempo pasa o bién de que las cosas cambian, o de que hay un único presente que avanza hacia un futuro incierto. Sólo podemos conjeturar sobre el impacto que tal abandono tendría en su comportamiento y en su pensamiento, pues sin expectativas, sin remordimientos, sin miedo, sin previsiones, sin alivio, sin impaciencia y sin todas las demás emociones vinculadas al tiempo que sentimos, su concepción del mundo bien podría resultarnos incompresible. Es probable que, caso de encontrar tales seres, no supiéramos comunicar casi nada con sentido para ambas partes. O bien pudiera ser que, por una vez, nuestra mente fuese más digna de confianza que nuestros instrumentos de laboratorio y que el tiempo tuviera en realidad esa estructura más rica que percibimos. En cuyo caso, la naturaleza de la realidad, del tiempo, del espacio, de la mente y de la materia sufriría una revolución de una profundidad sin precedentes. Ambas perspectivas son pavorosas.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Dominando las 11 dimensiones
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