Daños colaterales
Irene Selser
2010-09-23•Fronteras
Los especuladores financieros, causantes de la actual crisis mundial, "son criminales que han cometido crímenes contra la humanidad, en el sentido estricto del término según la justicia internacional. Sus acciones han causado la muerte de millones de personas, mientras continúan con su estrategia para dominar el mundo". La afirmación no pertenece a algún militante antiglobalización sino a Jean Ziegler, analista y miembro del comité consultivo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En 2001 y 2008, Ziegler, profesor de la Universidad de Ginebra, fue relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación.
Frente a la cumbre de la ONU en Nueva York, Ziegler arremetió contra las instituciones cómplices de esos "piratas financieros" y dijo que los especuladores deben comparecer ante un nuevo "tribunal de Nuremberg", similar al que juzgó a los nazis al final de la Segunda Guerra Mundial.
En entrevista con la agencia EFE en Madrid, adonde viajó para presentar la edición española de su libro El odio a Occidente, el autor denunció el neocolonialismo de las multinacionales, amparadas en un sistema financiero "caníbal".
El también autor de El imperio de la vergüenza recordó que en octubre de 2008, la Unión Europea decidió pagar 1.7 billones de euros para evitar el colapso financiero y garantizar los créditos interbancarios", pero antes de que terminara ese año esos mismos Estados habían recortado a la mitad las partidas del Programa Alimentario Mundial (PAM). "Eso significa, por ejemplo, que en Bangladesh se eliminaron todas las comidas escolares y que un millón de niños se quedó sin su principal fuente de nutrición diaria".
Lo peor de todo, dijo, es que con la agricultura actual podría producirse suficientes alimentos como para mantener a 12 mil millones de personas, el doble de la población mundial actual.
En El odio a Occidente Ziegler aborda la lucha de las multinacionales por el control de los recursos energéticos, así como la gestión de Obama: "La esperanza fue tan grande con un afroamericano en el poder en EU que la decepción es, si cabe, más grande", dijo. Pero lo disculpa por el "terreno minado" en que se mueve. "Hay tres líneas rojas en EU que un presidente no debe cruzar. No debe ofender ni al complejo industrial militar, un estado dentro del Estado, ni a Wall Street ni al lobby sionista". "Obama sabe que si ataca a cualquiera de estos grupos, será asesinado".
Para Ziegler la única opción es crear un frente solidario entre la nueva sociedad civil "que crece en Occidente" y los movimientos sociales de los "pueblos del Sur", para hacer la que sería "la primera revolución mundial victoriosa".
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