domingo, 30 de marzo de 2014

Amables extraños

Vi fotos, en Facebook, de los hijos de mis primos, a los cuales no conozco y a todos ellos no los he visto por cerca de veinte años; y en mi mente surgió el siguiente relato:





“Me ofrecí de voluntario para participar en un viaje a velocidades relativistas en torno al Sistema Solar, la nave, al acelerar a un importante porcentaje de la velocidad de la luz, nos hizo experimentar de manera apreciable la dilatación del espacio-tiempo.”

“Lo que para la tripulación a bordo, fue un viaje experimentado con un lapso de duración de semanas, para la población en La Tierra, en cambio, transcurrieron cerca de tres décadas.”

“De vuelta en casa, me encuentro que amigos y familiares han envejecido, incluso varios ya han muerto. El mundo ya vive en otra era, con nuevas tecnologías, y otras tendencias sociales y políticas.”

“Al enviarme saludos y felicitaciones la familia, veo en las fotografías anexas a mucha gente que no conozco. Aunque puedo reconocer en sus facciones la sangre de la familia, veo en ellos a versiones jóvenes de tías y primos. No siento ninguna afinidad hacia ellos, me son extraños aunque tengamos el nexo del parentesco.”

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