Sisco sale de la biblioteca pública del distrito de Abala. No es mucho ni útil lo que pudo encontrar respecto al estado real de los ecosistemas del mundo.
Los textos de geografía que consultó solo hablan de los continentes y sus climas ártico, tundra, taiga, mediterráneo, subtropical y tropical, su orografía, con la misma repetición de climas según se asciende en altitud sobre el nivel del mar. También sobre la flora y fauna acompañante a cada clima. También leyó sobre los ríos, lagos y mares.
La agradable bibliotecaria, burócrata a final de cuentas, no lo dejó pasar de la mesa de recepción hasta que no creara su registro de lector y, ella le sacó toda su información personal: nombre, edad, domicilio, profesión, trabajo y ¡hasta captura biométrica!
Sí, le dieron una bonita credencial biométrica y con holograma, pero esta invasión big brother a la privacidad sería ridícula de no ser intimidante y, ademas para poder entrar y salir, el tener que justificarse con el guardia de seguridad, sin rostro, con armadura táctica, vestido de negro. ¡Caramba! ¡Sí él solo quería consultar enciclopedias, no entrevistarse con los consejeros del gobierno!
Frustrado se para en la banqueta, cuando de repente su mente se ilumina y repara en algo que le da más información que la obtenida en la biblioteca:
El mundo ha cambiado desde que él era niño, ahora el ambiente es seco, el clima es el mismo a lo largo del año, hay tierra, por todos lados, misma que el viento lleva, apenas si hay árboles en la ciudad. Las aves-reptil que, en su infancia, alegraban las mañanas y las tardes, con su escándalo, han desaparecido. Solo se ven, de hecho los únicos animales grandes en la ciudad, estas babosas que llegaron como especie invasora.
Un frío paralizante recorre su espalda, ante esta revelación de su mente. ¡Los espaciales están desangrando el mundo!
***
A Magno Jagger solo le toma unos minutos rastrear el correo electrónico, enviado por la ineptitud de un senil comandante de un carguero translumínico interesterlar a la planta de procesamiento de 'algas' en el distrito de Abala.
Su software, programado por él, le indica la dirección I.P. del servidor de correos de la planta y, ¡oh! Ya es imposible conectarse remotamente y borrarlo, el correo electrónico ya ha sido leído.
Magno va a tener que desplazarse hasta ese distrito para efectuar otro tipo de eliminación.
***
El ambiente en su casa es tenso, insoportable, el casarse, hacer una familia, no le resultó ser a Sisco lo que él esperaba. Sisco y su esposa ahora solo son dos extraños que viven juntos. Y sus hijos, unos malcriados que parece solo están creciendo y viviendo a expensas de su trabajo.
Sisco tiene que reprenderlos y callarlos a sus hijos, no respetan la comida, están gritando y diciendo groserías. Y por el contrario su esposa, Cadana, no le dirige ni una sola palabra, ni siquiera lo voltea a ver.
Definitivamente con ellos no puede compartir su hallazgo respecto a la indignante explotación de los recursos naturales del mundo, que los clasistas espaciales están llevando a cabo.
Mañana en la oficina, él piensa comunicárselo a su único amigo, a César.
***
Hoy ha sido un día rutinario, algo cargado de trabajo pero rutinario. Con la migración a la nueva versión del software de negocios Savia, Sisco y César han tenido que verificar que los perfiles de los roles de usuario, de cada jefe de sección, funcionen perfectamente, sin tener acceso a funciones ni atribuciones que no les pertenezcan.
César está feliz realizando esta tarea. Es su elemento como informático.
Una costumbre de los petroleros, en su día en la lejana Tierra, era la de ir juntos al baño y, César la continúa en su nuevo universo.
"Tomémosnos un break Sisco, vamos al baño".
"Está bien, vamos".
Al que no conoce esta práctica de oficinistas le puede parecer bastante penoso el sostener una conversación mientras se está en el mingitorio.
"Hoy mismo acabamos de probar los roles de los perfiles de usuario".
"Sí en efecto, no tiene caso el tomarse toda la semana como Dani estableció en los tiempos del proyecto".
"Por cierto, hablando de Dani..."
"Sí, ¿qué cosa?"
"Fíjate que me pidió que verificara un problema con el servidor de e-mail y...".
"¿Ajá?"
"Hallé en los spam un correo de lo más extraño."
"¿Sobre qué?"
"Era un manifiesto de carga, reenviado por el capitán de un carguero translumínico interesterlar".
Ahora se lavan las manos y, cada uno, se dirige a distintas secadoras de manos. El baño, salvo por ellos, está solo.
"Entiendo tu extrañeza, ¿nosotros en la planta qué tenemos que ver con manifiestos de carga?"
Ahora abandonan el baño y se dirigen de vuelta a sus cubículos.
"Lo que me ha tenido pensando sobre este correo, César, es un comentario que el capitán del carguero translumínico hizo al margen..."
"¿Sí? ¿Qué cosa escribió?"
"Puso que las algas en realidad son cualquier forma de vida de nuestro mundo"
"¿Cualquiera? ¿Gente también?"
César le pregunta en tono de burla, aunque, de inmediato se siente culpable, porque por su tono de voz, Sisco sí parece preocupado.
"No, no, no da a entender eso el comentario, sino que, se refiere a cualquier forma de vida animal y vegetal".
"¿Y crees que eso sea cierto?"
Ahora se sientan de vuelta en sus cubículos, Sisco se sienta de frente al monitor, pensativo, pero, en su sillón se gira y se arrastra hasta César para hablarle confidencialmente.
"César, la administración títere de los espaciales ha dividido al mundo en regiones, a toda la gente la ha concentrado en unas cuantas ciudades en los tres continentes y creado extensas regiones de supuestas reservas naturales de la biósfera.
Reservas que, bajo penas muy estrictas, muerte incluso en algunos casos, nadie puede visitar.
Y, el mundo ha cambiado desde mi infancia, este cambio ha sido para mal, han desaparecido las aves reptil, la atmósfera es seca, hay arena por todos lados, solo prosperan esas horribles babosas que los espaciales trajeron".
César se queda pensando en estos juicios sólidos y lógicos que Sisco acaba de enumerar, le recuerdan a las campañas de concienciación climática en su lejana Tierra (claro eso sí, con bastante alarmismo de parte de grupos varios de cabildeo como banca, gobierno y partidos políticos).
¿Será posible que su nuevo hogar se encuentre al borde de un cataclismo ecológico?
***
Magno Jagger se encuentra sentado a la mesa, tomando una bebida caliente, en la terraza de un establecimiento muy popular que las expende en todos los centros comerciales del mundo.
Al llegar al distrito de Abala, lo primero que hizo, luego de registrarse en un hotel, fue buscar el centro comercial más caro y elegante; mismo que atiende a las necesidades de esparcimiento y el hambre por lujos, de las clases burócratas y comerciales.
Magno Jagger luego de rastrear a la planta de algas de este distrito, el destino del correo electrónico. En el tatuaje interactivo de su antebrazo izquierdo introduce comandos y, en su implante óptico de su ojo izquierdo, le es desplegada la información de las consultas que realiza.
"¡Genial! La dirección I.P. del equipo donde se abrió y leyó el correo, pertenece a un gato de nombre: Sisco Benn".
Piensa Magno Jagger y, ahora teniendo el nombre del usuario, realiza una simple búsqueda, de la que ni siquiera se necesita ser hacker aprendiz.
"¡Libros de geografía! El tal Sisco Benn asistió a la biblioteca pública y ¡consultó libros de Geografía!" “¡Bendita sea la captura biométrica de información! La biblioteca pública trabajando como informante de la administración espacial…”
Magno Jagger está extasiado tras haber descubierto de manera conclusiva a su objetivo.
Ahora todo lo que necesita decidir es si eliminarlo en su casa o en la calle. Otro conjunto de comandos introducidos en su tatuaje interactivo y la nueva búsqueda le confirma lo que él supuso. Estos indios son como animalitos, se reproducen.
"Casado con Cadana Dak, dos. hijos."
Su prestigio está en juego y Magno Jagger no se anda con sentimentalismos, mucho menos hacia estos nativos.
***
No hay comentarios.:
Publicar un comentario