jueves, 20 de mayo de 2010

¿Cómo sería un viaje a Marte?

BBC

20 may 2010 
Simulador

Diego Urbina está a punto de ir a Marte y afirma que lo que más va a extrañar es hablar por teléfono con su familia y salir con amigos.

Sin embargo, el viaje de este italo-colombiano de 26 años realmente no es al espacio. Es parte de un experimento que lo mantendrá, junto con otras cinco personas, en un módulo durante 520 días para simular un viaje al llamado planeta rojo.

La misión Mars500, que comenzará el próximo 3 de Junio, será uno de los experimentos psicológicos más largos de la historia.

Durante el simulacro, los tripulantes experimentarán las mismas condiciones que si estuvieran viajando a Marte, con agua y comida dosificada, y comunicaciones limitadas.

"Con la tecnología actual, se podría diseñar una nave espacial que viaje a Marte pero se demoraría 240 días para ir y 240 días para volver. Lo que se quiere simular es como reacciona la mente humana y el cuerpo humano al estar encerrado durante todo ese tiempo", explicó Urbina a BBC Mundo.

Experimentos, ropa descartable y Wii

La tripulación del Mars500, compuesta por Urbina, un francés, dos rusos y un chino, vivirán en una serie de módulos de acero sellados sin ventanas ubicados en el Instituto Ruso de Problemas Biomédicos en la ciudad de Moscú.

Como parte de las preparaciones, los tripulantes deberán elegir una serie de objetos personales que quieran llevar durante el simulacro.

"Todavía no esta exactamente definido, pero entiendo que podremos llevar unos 20 kilos. Yo llevaré videos, libros, música, lo que me pueda ayudar más a pasar el tiempo", dijo Urbina, quien también llevará consigo una consola de juegos.

El italo-colombiano explicó a BBC Mundo que cada tripulante será responsable de ciertas tareas domésticas dentro del simulador.

"La limpieza será hará como cuando uno se organiza con los compañeros de apartamento. Cocinar será solo poner la comida en el microondas o agregarle agua caliente porque ya esta preparada".

"Los desechos se juntan y se tiran como si los estuvieran lanzando al espacio. De hecho parte de los desechos será nuestra misma ropa, porque no vamos a poder lavarla por la cantidad limitada que hay en un vuelo espacial. Por ejemplo, una camiseta puede usarse unos cuatro días y después tenemos que botarla".

¿Gran Hermano?

El experimento reúne muchas de las características del famoso programa televisivo "Gran Hermano" donde varios desconocidos son invitados a vivir en una casa con cámaras y micrófonos.

"La única diferencia es que en el Gran Hermano el objetivo es obtener audiencias, entonces si los haces pelear, enamorarse, sentirse mal o super exaltados, vendes más. Aquí el objetivo es tratar de llegar al último día y ver como podemos hacer eso con una convivencia en armonía", afirmó Urbina.

A diferencia del programa de TV, donde los participantes no pueden llevar ningún libro ni se les permite ver televisión, los tripulantes del simulador tendrán varias fuentes de entretenimiento.

"Una técnica para que no se me acaben las fuentes de entretenimiento es que voy a codificar una parte de la información que tengo en mi disco duro y le daré la clave a alguien que esté fuera de la simulación que me la va a dar en cierto día, entonces es como si me llegara una carga de información nueva, de cosas frescas", señaló Urbina.

Las comunicaciones se llevarán a cabo únicamente vía correo electrónico. Para hacer el experimento lo más realista posible, pasados dos meses del despegue, habrá una demora de 20 minutos en las comunicaciones, lo que tarda un mensaje desde Marte hasta la Tierra.

"La comunicación serán sólo transferencias de archivos. Puedes mandar una foto, un documento de Word que sería como un correo electrónico y ellos desde el control de misión después mandan eso a tus familiares, a tus amigos y así hasta podrían actualizar mi Twitter", explicó Urbina.

El que quiera salir, que salga

Los organizadores dicen que si alguno de los tripulantes decide en medio de la simulación que realmente no puede soportar el aislamiento le será permitido irse, aunque se hará todo lo posible para intentar convencer al individuo para que se quede.

"Es parte fundamental de los derechos humanos que si tu participas en un experimento que involucra humanos, tienes que dejarles la libertad en cualquier momento de salirse. Eso hace menos real la simulación pero también habrá que resistir la tentación de salirse", dijo Urbina.

Si alguno de los tripulantes decide abandonar el experimento, no será reemplazado.

Después de haber transcurrido aproximadamente 250 días, la mitad de la tripulación ingresará en una "nave de aterrizaje" que simulará un descenso al planeta donde los tripulantes caminarán llevando puesto un traje espacial ruso especialmente modificado para las condiciones de Marte.

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