Sistemas Expertos en Inteligencia Artificial, repudiados.

Alrededor de 1966, el científico Jacques Vallée, en ese entonces en la Univesidad de Northwestern en Chicago, creó un sistema experto de astronomía, “Altair”, que se valía de una interfaz en lenguaje natural para responder preguntas tales como: “¿Cuántas estrellas existen catalogadas en los tipos espectrales O, B y A?” Las consultas hechas a Altair producían información de manera inmediata, una gigantesca ventaja comparada con la laboriosa tarea, en aquél entonces, de escribir un código, depurarlo, compilarlo, y ejecurtarlo, en ese entonces este proceso necesitaba de una inversión de 24 horas. Este sistema experto generaba, internamente su propio código para poder acceder a las bases de datos, ejecutar la búsqueda y producir la información apropiada a las preguntas a él presentadas. Vallée cuenta que tras una entusiasta recepción por parte de los astrónomos en la universidad de Northwestern, su sistema experto fue ignorado tan sólo a los tres meses de uso. Cuando Vallée cuestionó a uno de los astronomos acerca de porqué el súbito desencanto con el sistema experto Altair, este le contestó que a él le causaba gran entusiasmo aprender un lenguaje de programación y desarrollar sus propios código para poder realizar consultas. A la mente humana no le gusta estar supeditada a una inteligencia artificial superior, el haber leído esto me despejó la duda que tenía respecto a porqué los sistemas expertos desaparecieron del escenario público alrededor de los años 1980s. Mi libro sobre Inteligencia Artificial, descarga gratuita: Inteligencia Artificial ¿Mito o Realidad?