jueves, 9 de junio de 2016

Odiseo, parte 24

"Estados Unidos domina al mundo por medio de su barata cultura y su horrible lengua".

Es lo que está diciendo este desconocido, para Alejandro, filósofo de izquierda en un programa 'cultural' en el canal del Estado de México.

Alejandro quisiera contestarle que gracias a que él se autoinstruyó en el Inglés, se le abrió un universo, de información y conocimientos, que difícilmente llegan traducidos al país.

"Destruye a la juventud con su música y celebraciones satánicas como el Jalogüín". (Así lo pronunció). "Y sus costumbres ajenas a las tradiciones mexicanas".

Alejandro piensa que si este tipo creerá que la Navidad la inventaron en Oaxaca.

En ese instante el tono de su celular suena, lo toma y lee que es René; le contesta.

"¿Qué onda wey?"
"Nada ca... ¿Oye, puedes ir a la universidad mañana a las nueve? La cita es en las sombrillas de la entrada".
"Sí, pero ¿para qué?"
"Vamos ir a la secretaría de educación pública, ¡para que se jodan a estos cabrones! ¿Cómo es posible que en octavo semestre sigamos con el problema de falta de profesores?"
"Pues sale wey, me parece bien; ahí voy a estar. ¿Supongo Memo y Fabián también van a ir?"
"¡Desde luego Alex!"
"OK, nos vemos".
"Nos vemos, ¡besos!"
"¡No mames pinche René!"

Y con sus carcajadas, René, corta la llamada".

***

No saben cómo ni cuándo, pero se les pegó Manuel, el cerebrito de la clase, mismo que es un nerd insoportable. Y van por el periférico, rumbo al sur, en la camioneta de Memo, una Honda gris muy bonita.

Memo mete un CD al reproductor y suena Stayin' Alive de los Bee Gees, y Manuel de inmediato tiene que salir con su comentario mamón:

"Ese grupo es nuevo ¿verdad?"

Según él, es muy gracioso, René solo le contesta: "Hey sí". Con un desgano que no puede ocultar.

"Ayer estaban pasando un programa sobre la vida de Cristo", Memo comenta, "muchas suposiciones y muy poca evidencia histórica existe sobre él".

"Los evangelios que hablan sobre su vida fueron escritos décadas después de la crucifixión y ningún historiador romano lo menciona", dice René.

"Los textos de un historiador romano sí hacen referencia suya, no recuerdo si se trata de Suetonio o Plinio El Viejo. Pero, se especula que estos textos fueron modificasdos, siglos después, por la iglesia, para corregir este hecho incómodo sobre la no mención histórica de Jesucristo", todo esto lo dijo Memo y luego agrega:

“Puede que la vida de Cristo en realidad sea una página en blanco”, y ahora tiene que quitársele de enfrente a una histérica que se le pegó y le viene echando luces.

"Se ha de venir cagando", comenta Fabián, quien viene sentado adelante en el asiento de pasajero.

Manuel baja el vidrio, sentado atrás del lado derecho y grita:
"¡Vieja cagada!"

¡Cielos! Es tan falso, y molesto, todo lo que hace este tipo para encajar socialmente. En verdad ¿quién lo invitó? Y en serio que cada vez que este tipo abre la boca chupa energía y corta el ambiente ameno y hace que se pierda la inspiración de lo que se estaba platicando.

"¿Qué onda Fabián? ¿Por qué siempre tan callado y tranquilo?" Es René, desde el asiento de atrás sacudiéndole el cabello. "¿Por qué no tienes novia? ¿No vayas a salir con que eres mayate?"

Se ríen todos, Fabián también. Y Alejandro se dirige a él:

"Que no te moleste Fabián. El pinche René, el otro día al teléfono me mandó besos".

Y ahora todos se carcajean y, Alejandro y René intercambian amistosas fintas de box.

***

Los cinco esperan en la antesala del despacho de un funcionario de la Secretaría de Educación Pública. Cuando llegaron al edificio con su pequeña protesta, a todo mundo le tuvieron que repetir su queja y el motivo de su presencia. Ellos demandaron hablar con el secretario mismo, pero una asistente los canalizó con este licenciado quien, basados en lo grande y elegante de su despacho, debe ser alguien importante.

Luego de esperar, relativamente muy poco tiempo, la secretaria del funcionario les indica que la sigan al interior del despacho. Es un amplio despacho, muy iluminado, con una gran ventana con persianas de aluminio, el escritorio del funcionario es grande, de madera obscura, con elaborados motivos artesanales, ocupado por la pantalla plana de la pc, tiene también una elegante cubierta personal de piel, sobre la que trabaja este ejecutivo. El escritorio transmite la sensación de mucho trabajo, pero sin el caos ni desorden de los escritorios del oficinista promedio.

En el despacho hay también una mesa circular y sus sillas hechas, al parecer, de la misma madera fina.

Cercanos a la entrada hay un sillón largo en piel y contrapuesto a este, un sillón individual. En medio de estos, una baja mesa con un elegante arreglo de flores.

Los recibe un hombre de cerca de cincuenta años de edad, blanco, cabello negro corto y algo rizado, sobre su nariz de bola dos intensos ojos negros.

El está de pie y les indica que se sienten en el sillón y él procede a ocupar el sillón individual. Como no caben, con mucha desfachatez, René se sienta en el brazo izquierdo del sillón. El funcionario se lo queda mirando fijamente como consecuencia. Para no antagonizarlo René decide mejor no sostenerle la mirada.

Después de explicarle al funcionario de la SEP que cada semestre es la misma situación, falta de profesores en varias materias y que en las materias donde sí tienen maestros solo les dan una embarrada de las asignaturas, el funcionario, luego de escucharlos atentamente, les dice:

"¿Discutieron todo esto, primero, con el director de su carrera? ¿con el rector de su universidad?"

"Bueno sí", es René, "muchas veces le hemos señalado esto a Francia, la directora de nuestra carrera y, el problema persiste..."

"Jóvenes, esto tenían que tratarlo con el rector, antes de recurrir a la SEP, ese tipo de asuntos no los resolvemos nosotros.

Me dan la impresión que, quieren crearle un escándalo a su alma mater, en un afán punitivo.

Pero se equivocan, hay cierta etiqueta, que ustedes como estudiantes, deben seguir y respetar, respecto a su universidad, y las autoridades de la misma. Así que, vayan a hablar con las autoridades de su escuela. Yo por principios, no puedo ni debo intervenir."

El funcionario se levanta de su sillón y les enseña la puerta. Cuando todos ellos salen, y con una sonrisa burlona, cierra la puerta de su despacho inmediatamente.

Manuel exclama:

”¡Charros! Nos mandó por un tubo".

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