El gobierno poco hace, más allá de medidas para lucirse en los medios, como el recientemente propuesto impuesto de un peso por botella de refresco.
Lo que deberían de hacer, si realmente tuvieran los gobernantes la voluntad de mejorar la salud del mexicano, es la de aumentar los sueldos; para que así la gente tuviera dinero extra para actividades deportivas y de esparcimiento, así como el tomar medidas para mejorar la productividad laboral, que permitirían a la gente salir temprano de sus trabajos y dedicar tiempo al deporte (y favorecer el transporte masivo como los trenes para aliviar la carga vehicular citadina.)
Otra medida urgente es la de prohibir que los niños se conviertan en el blanco de empresas de alimentos chatarra. Toda la propaganda de esta basura alimenticia va dedicada a los niños, explotando el hecho que los niños viven pegados al televisor.
Recuerdo un incidente detestable de mi infancia, yo estudiaba el sexto año de primaria en una escuela en la colonia Roma, del Distrito Federal, y un día, las clases fueron interrumpidas para bajarnos al patio de la escuela, nos formaron por grupos como en una ceremonia de honores a la bandera, pero en esta ocasión, para regalarnos a todos, botellas de refresco Aga de manzana, por si no fuera suficiente, a mi y otros niños nos usaron de cargadores de las pesadas cajas de refrescos.
El azúcar es identificada como una de las drogas mas sangrientas en la historia del hombre por Terence McKenna en su libro: “Food of the Gods”, ya que esta fue causa del trafico de millones de negros para trabajar como esclavos en las plantaciones de América y del Caribe, y así como el de esclavizar, en la adicción al azúcar, a miles de millones de personas; y sus consecuencias nocivas para la salud a la que se ve expuesta la gente al consumir esta droga.
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