lunes, 1 de febrero de 2010

Ellos los dueños invisibles del Mundo

Ellos los dueños invisibles del Mundo


Salvador Freixedo en su libro "Apariciones Marianas"

Repitiendo su tésis del libro "Defendámonos de los dioses"

...Defendámonos de los dioses», ya que en él trato más a fondo
aunque de una manera genérica, el mismo tema que trato aquí. Este
libro que el lector tiene en sus manos, no es más que la aplicación a
un caso concreto, de la teoría general que allí desarrollo. No será
pues extraño que me refiera a él en repetidas ocasiones.

Y antes de dar mi explicación al caso de El Escorial, tendré que
exponer la teoría general que allí defiendo, apoyado en múltiples
razones de peso. Allí defiendo que los hombres no sólo no somos los
«reyes de la creación» como nos habían dicho, ni las criaturas más
inteligentes del Universo, sino que ni siquiera somos los reyes de
este planeta que habitamos, ni las criaturas más inteligentes de él.
Defiendo también que la humanidad, por más que esto hiera nuestro
amor propio, no es sino una granja que pertenece a otros seres más
inteligentes que nosotros, que también habitan este planeta y que son
los verdaderos reyes de él. Estos seres son de ordinario invisibles
(aunque se hacen visibles cuando quieren) y son los llamados ángeles o
demonios en el cristianismo y devas, asuras, etc., en otras
religiones; y son los que vulgarmente reciben el genérico nombre de
«espíritus». Estos seres son los que están, dentro de las escalas
cósmicas, en un peldaño superior al nuestro lo mismo que nosotros
estams un peldaño más arriba de los animales y lo mismo que éstos
están un peldaño más arriba de los vegetales,"'y éstos de los
minerales, aunque en el fondo todos estemos hechos de los mismos
materiales. Es sólo cuestión de organización del «caldo
primigenio» de que está hecho todo el Cosmos. Estos seres nos usan -y
ésta es una palabra clave- lo mismo que nosotros usamos a los
animales. (Sin que por ello tengamos necesariamente que odiarlos y sin
que, por otro lado, nos retraigamos de matarlos si es que ello nos
resulta conveniente). Estos seres tienen también «principios
éticos» (que al igual que nosotros pueden violar); pero esos
principios éticos se aplican sólo entre ellos, al igual que los
humanos sólo aplicamos nuestros principios éticos entre nosotros y no
los extendemos a los animales. Estos seres más inteligentes que
nosotros, disimulan su presencia en el planeta y nos hacen creer que
nosotros somos los que mandamos aquí, cuando en realidad nosotros,
globalmente hablando, sólo hacemos lo que ellos quieren que hagamos, Y
de hecho nos tienen programados para ello. Reconozco que todas estas
tremendas afirmaciones, al que se encuentra por primera vez con ellas,
le tienen que sonar a ciencia ficción o a charlatanería. Pero en el
libro antes citado expongo las múltiples razones que me han llevado a
sostener estas ideas tan audaces. Por otro lado tengo que decirle al
lector que estas ideas, expuestas de una manera o de otra, han sido
sostenidas a lo largo de la historia humana, por muchísimos otros
pensadores, muchos de los cuales han acabado en la hoguera por
defenderlas. Porque el lector tiene que saber que hay muchas
inteligencias, muchas instituciones, muchos intereses creados y hasta
puede ser que muchos «espíritus», que están muy interesados en que
tales cosas no se digan. Y para acallar las voces de los que se
atreven a decirlas, se han valido de todos los medios a su alcance que
son muchos, desde las hogueras, y las mazmorras hasta el ridículo o la
suspensión de empleo y sueldo.

1 comentario:

  1. Creo que es cierto todo lo que se dice en este texto; nosotros no somos los dueños de este mundo, sino ellos...

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