jueves, 3 de diciembre de 2015

SE ROMPE EL CIELO



Es un domingo por la tarde, y Julia sacó a su perro labrador a jugar a un parque que está a escasas cinco casas de distancia de la suya.

Brisa agradable y Bruno, su perro, va y viene feliz con el frisbee, de tela, que ella le lanza. Una pareja de ancianos camina lentamente por uno de los senderos, y de todos los árboles viene una escandalosa cacofonía de cientos de pájaros que así dan por terminado un día más de vida.

De repente, salido de la nada, ruge y reverbera un fuerte trueno. Y gordas gotas de lluvia se precipitan. En la grava del sendero del parque estas gotas dejan impresos pequeños cráteres.

Ahora un niño, pedaleando su bicicleta roja, se aleja velozmente, camino de su casa.

Julia se cubre los ojos con su mano izquierda, para poder ver sobre el suroeste al Sol y lo que ha llamado su atención: una solitaria nube plateada, con formas que sugieren ángulos, como trozos de vidrio.

¿Es esta nube la culpable de esta lluvia repentina? Ella se pregunta.

Y el viejo Bruno, habiendo experimentado muchos chubascos en su vida, y ahora empapado, tal vez está pensando que el cielo se ha roto y que el agua que rodea al mundo se está filtrando, catastróficamente, por la grieta.

***

“Soy Shiva, el creador y destructor. Yo creé este mundo y a sus habitantes, en este instante lo iba a destruir. Pero me apiadé al ver a la joven mujer y su viejo perro disfrutando el pequeñisimo instante de tiempo que tienen disponible. Así que la singularidad que había enviado contra su mundo la transformé en tormenta.”

Relato por Carlos Santillán

No hay comentarios.:

Publicar un comentario