jueves, 8 de agosto de 2013

Moscú, Unión Soviética 1966

Estoy leyendo la magnífica autobiografía de Jacques Vallée, titulada Forbidden Science, él es ingeniero en sistemas, astrónomo y antiguo miembro del programa Blue Book de la USAF en los años 1960s (programa para el estudio y análisis de reportes de OVNIs y humanoides), lo que me llamó mucho la atención es que él escribe que en 1966 él y su esposa Janine asistieron a un congreso matemático en Moscú en 1966. Lo que quiero señalar es que muchos filósofos de café y estudiantes confundidos se la pasan soñando con implementar un gobierno comunista en México y que Jacques Vallée, durante las dos semanas en las que vivió en Moscú encontró una sociedad con esclerosis, viviendo en una atmósfera opresiva y melancólica, una ciudad con una arquitectura gris y austera, donde el gobierno controla todo, desde la estética, las artes y la creatividad hasta la tecnología aplicada. Vallée describe su encuentro con un joven ruso ingeniero en computación y que este estaba totalmente cerrado, debido a su educación comunista, a todo aquello que no fuese racional, y que, Vallée, al preguntarle su opinión sobre varios temas como la ciencia ficción y fenómenos paranormales, el estudiante le dijo que no vale la pena siquiera invertir tiempo en ellos ya que no son temas científicos. Vallée luego le preguntó sobre sus opiniones políticas y le contestó el joven que él dejaba que los políticos sean los que se encarguen de la política. Luego Vallée le pregunto sobre su postura respecto a los temas controversiales en la ciencia, y este le contestó que estos no existen ya que las ciencias son exactas. (Tenemos en física cuántica el Principio de Incertidumbre de Heisenberg...)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario